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Fachada de estilo rústico con piedra natural en tonos grises, verdosos y juntas de cemento
 
El fin del estilo rústico en decoración es lograr una atmósfera relajada, espontáneo y tradicional, que gire en torno a la naturaleza. El estilo rústico emerge en lugares alejados de las grandes urbes e incorpora tonos cálidos y materiales de la propia naturaleza. Este es el look común de las casas rurales que, a pesar de haber migrado a grandes urbes, queremos traer con nosotros. Los colores comunes de este estilo son de tipo cálido y neutro. Abundan los colores arena, piedra, beige y tierra, típicos colores de componentes inorgánicos naturales, gracias a que en el campo cada elemento se construye con los materiales que se pueden conseguir en las proximidades de la casa. Los colores a los que hacemos referencia se pueden utilizar tanto en muebles, como en paredes, suelos y elementos decorativos sencillos.

 

La fachada de una finca es el tabique exterior de un edificio, aunque comúnmente se hace referencia a la principal. Al ser la parte que más se ve y la que más sufre el paso del tiempo y las agresiones meteorológicas, habitualmente recibe un cuidado especial en el diseño arquitectónico. La utilización de materiales de calidad que aseguren durabilidad y la combinación estética con el contexto son importantes cuando diseñamos una fachada.