Salón rústico con ladrillo visto
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Salón pequeño estilo rústico. Pared revestida de piedra natural con decoración de cuadros. Halógenos empotrados en pared. Sofá chaise longue en tonos blanco y marrón y silla de madera. Mesa central de madera con taburetes. Alfombra en tono marrón con bordes perimetrales en tono claro. Ventana corredera y lámpara de pie.  Suelo de madera de parquet. Decoración floral.

Los salones son uno de los lugares de nuestro hogar donde pasamos más tiempo y donde intentamos relajarnos y pasar un buen rato. Además, es el sitio donde estaremos con nuestros invitados en caso de que tengamos visita y nuestro objetivo será causarles una buena impresión y que se sientan cómodos y a gusto con nosotros. Lo normal es que nuestro salón cuente con sofás y/o butacas, una mesa de una altura baja y un televisor. A parte de estos elementos es importante que utilicemos otros elementos decorativos como cuadros, alfombras, espejos y lámparas. La meta del estilo rústico cuando decoramos es conseguir un espacio desenfadado, espontáneo y tradicional, cons su esencia en la naturaleza. El estilo rústico brota en lugares alejados de la ciudad e añade colores cálidos y materiales de la naturaleza. Este es el look tradicional de las casas de campo que, a pesar de haber marchado a vastas ciudades, intentamos traer con nosotros. Las tonalidades comunes de este estilo son de tipo cálido y neutro. Predominan los colores beige, arena, tierra, y piedra, típicos colores de elementos inorgánicos naturales, ya que en los espacios rurales cada elemento se hace con los materiales que podemos encontrar en las inmediaciones de nuestra casa. Estos colores se pueden usar tanto en muebles, como en paredes, suelos y complementos.