Baño de grandes dimensiones dividido en en dos estancias separadas por un arco. Predominio del color blanco y de la madera oscura. Suelo y encimeras de mármol blanco. Muebles blancos con tiradores cromados. Iluminación mediante lámparas clásicas de imitación de espelma. Bañera circular con grifería cromada a suelo.
El fin del estilo rústico cuando decoramos es alcanzar un entorno desenfadado, alegre y tradicional, cons su esencia en la naturaleza. El estilo rústico nace en lugares alejados de las grandes urbes e incluye colores cálidos y materiales de la naturaleza. Este es el look típico de las casas de campo que, a pesar de haber marchado a mayores ciudades, queremos traer con nosotros. Las tonalidades típicas del estilo rústico son de tipo cálido y neutro. Sobresalen los colores beige, arena, tierra, y piedra, típicos colores de componentes inorgánicos naturales, debido a que en los espacios rurales cada componente se crea con los materiales que podemos encontrar cerca de la casa. Los colores a los que hacemos referencia se pueden usar tanto en mobiliario, como en paredes, suelos y elementos decorativos sencillos. Los baños son el espacio que mayor personalidad le dan a nuestra casa. A través del baño y sus elementos podemos impresionar a nuestros visitantes y además, crear un lugar donde sentirnos a gusto. La distribución en el baño o aseo es importante y es aconsejable que coloquemos el lavabo en un lugar que no se aleje mucho de la puerta y la ducha o bañera en un sitio más alejado a la entrada. También podría ser aconsejable que el inodoro y el bidé estén situados en un sitio de menor visibilidad, aunque esta teoría ha perdido importancia recientemente al considerarse estos sanitarios como una parte más de la decoración del baño.
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